Anfiteatro romano
Anfiteatro romano
Debido a que la cultura romana era apasionada por los juegos de gladiadores, no podía faltar un anfiteatro en la capital lusitana. Por ello, en el siglo VIII a.C. se construyó el anfiteatro romano de Mérida, un anfiteatro que sirvió de escenario artificial para la recreación de pequeños bosques mediterráneos, lagunas y desiertos para la lucha de gladiadores y cacerías de tigres y leones.
En la arena, se puede apreciar un gran foso donde se situaba toda la maquinaria para subir y bajar las tarimas del desarrollo de espectáculos.
El anfiteatro es Patrimonio de la Humanidad desde 1993 y es posible visitar los restos junto con el resto del conjunto arqueológico de Mérida.